El matrimonio es una de las etapas más importantes en la vida de una persona y, aunque puede haber muchas razones para casarse, una de las más comunes es comenzar una vida en común con quien amamos. Sin embargo, esta unión no solo implica establecer una relación emocional, sino que también trae ciertas implicancias legales, financieras y patrimoniales que muchas veces son desconocidas.
Uno de estos aspectos es lo que se conoce como sociedad de gananciales, que es un régimen legal que rige en muchos países, incluyendo España. En términos generales, este régimen establece que todo lo que se adquiere durante el matrimonio se considera propiedad común de ambos cónyuges, a menos que se demuestre lo contrario.
En este artículo, abordaremos los principales aspectos de la sociedad de gananciales, incluyendo cómo funciona, qué implica para los cónyuges, cuáles son sus ventajas y desventajas, y cómo se puede cambiar de régimen legal. De esta manera, esperamos brindar información valiosa para quienes estén pensando en casarse o ya lo hayan hecho y quieran saber más sobre este tema.
¿Qué es la sociedad de gananciales?
La sociedad de gananciales es un régimen económico matrimonial que se establece por defecto en la mayoría de los casos en los que la pareja no ha acordado un régimen diferente previamente mediante capitulaciones matrimoniales. En términos simplificados, se puede decir que la sociedad de gananciales implica que todo lo que se adquiere durante el matrimonio (salvo algunas excepciones) se considera propiedad común de la pareja, de forma que si se produce un divorcio o una separación, los bienes que se han obtenido durante ese periodo se repartirán al 50% entre ambos cónyuges.
Es importante tener en cuenta que, aunque se le llama «sociedad de gananciales», no es necesario que ambos cónyuges aporten capital económico en igual medida: lo que se valora en este régimen es el trabajo y las aportaciones de cada miembro de la pareja.
¿Qué bienes se incluyen en la sociedad de gananciales?
De forma general, todo lo que se adquiere durante el matrimonio se considera gananciales, esto incluiría ingresos y bienes tales como una vivienda, un coche, cuentas bancarias, las pensiones, o cualquier otro tipo de activo. Además, existen algunos bienes que ya se consideran gananciles de forma automática, como son la vivienda habitual en la que reside la pareja, las rentas del trabajo o las prestaciones que surjan de ella.
Sin embargo, existen algunas excepciones recogidas en la ley, como son los bienes y derechos que cada cónyuge tuviera al iniciarse la sociedad o los que se reciban por donación o herencia. En estos casos, se consideran bienes privativos y no entran en el reparto al 50% entre ambos cónyuges.
¿Qué implica la sociedad de gananciales para el matrimonio?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la sociedad de gananciales implica que ambos cónyuges asumen los riesgos económicos de forma conjunta. Esto supone que si uno de los miembros contrae una deuda, ambos serán responsables de ella.
Por otro lado, el régimen de gananciales también puede afectar a la forma en que se toman las decisiones económicas dentro del matrimonio. Si bien es cierto que cada cónyuge puede disponer libremente de los bienes gananciales (salvo que se acuerde lo contrario), es importante que, en caso de que se quiera realizar una compra o inversión importante, esta se haga de forma conjunta y se valore la opinión y necesidades de ambos miembros de la pareja.
Además, en caso de que se produzca una separación o un divorcio, el régimen de gananciales implica que se tendrá que proceder a la división de los bienes comunes, lo que puede llevar en ocasiones a situaciones difíciles y dolorosas.
¿Es posible cambiar el régimen de sociedad de gananciales?
Sí, es posible. Para ello, será necesario acudir a un notario y formalizar unas capitulaciones matrimoniales. Las capitulaciones matrimoniales permiten a las parejas elegir el régimen que deseen para su matrimonio, pudiendo optar por el régimen de separación de bienes o cualquier otro que se adapte a sus necesidades.
Es importante que, de tener intención de cambiar el régimen económico matrimonial, se cuente con la ayuda de un abogado especializado en derecho de familia, ya que se trata de un asunto delicado que requiere de un conocimiento específico.
¿Qué ocurre con la sociedad de gananciales en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges?
En caso de fallecimiento de uno de los cónyuges, la sociedad de gananciales se disuelve automáticamente. A partir de ese momento, los herederos legales del fallecido tendrán derecho a la legítima que les corresponda, es decir, a una parte de los bienes.
Además, la ley establece que el viudo o viuda tendrá una serie de derechos sobre los bienes que formaban parte de la sociedad de gananciales, como por ejemplo el derecho a habitar la vivienda familiar hasta el momento en que se dicte la sentencia de liquidación de la sociedad de gananciales.
Conclusión
En definitiva, la sociedad de gananciales es un régimen económico matrimonial que se establece de forma predeterminada en caso de que no se haya acordado otro previamente mediante capitulaciones matrimoniales. Implica que todos los bienes que se adquieren durante el matrimonio se consideran propiedad común de ambos cónyuges, lo que supone una serie de ventajas e inconvenientes que es importante valorar antes de tomar cualquier decisión.
Es importante informarse bien sobre las implicaciones de este régimen económico matrimonial y contar con la ayuda de un abogado especializado en derecho de familia si se tiene intención de cambiar el régimen o en caso de que se produzca una separación o divorcio.