El plan de parentalidad es un documento fundamental que establece los acuerdos y compromisos de los progenitores respecto a los hijos en caso de separación, divorcio o nulidad matrimonial. Su elaboración es obligatoria en varios países, ya que permite poner en claro la responsabilidad de cada uno de los padres sobre aspectos tan importantes como la custodia, el régimen de visitas y la obligación de manutención.
En esta guía completa, se presentan los aspectos más importantes que deben contemplarse en un plan de parentalidad, así como la normativa que regula su contenido en cada país. Además, se brindan algunos consejos esenciales para comunicar con éxito los acuerdos tomados y prevenir conflictos entre los padres en el futuro.
Introducción
Cuando una pareja decide separarse o divorciarse, es importante que ambos continúen colaborando en la educación de sus hijos en común. Esto puede ser difícil, especialmente cuando hay desacuerdos entre los padres. Por esta razón, muchos tribunales requieren que los padres presenten un plan de parentalidad como parte del proceso de divorcio.
Este plan establece los términos en los que se seguirá educando y criando a los hijos después del divorcio o separación. Puede incluir detalles sobre la custodia, visitas y responsabilidades financieras. En este artículo, se explicará cómo hacer un plan de parentalidad completo de acuerdo con las directrices legales y se ofrecen consejos sobre cómo hacerlo efectivo.
¿Qué es un plan de parentalidad?
Un plan de parentalidad es un acuerdo detallado que los padres hacen con respecto a la educación y el cuidado de sus hijos después del divorcio. Normalmente se considera un documento legal que se presenta en la corte como parte del proceso de divorcio. La finalidad del plan de parentalidad es garantizar que ambos padres participen en la crianza y educación de sus hijos, aún cuando están separados.
Un plan de parentalidad puede ser muy detallado o muy básico, dependiendo del ambiente familiar y de las necesidades de los hijos. Generalmente se espera que un plan de parentalidad se centre en las siguientes áreas:
– Custodia y visitas: es claro quién tendrá la custodia primaria de los hijos y cómo se organizarán los horarios de visita.
– Comunicación: se establecen los medios y formas de comunicación entre los padres y los hijos.
– Educación: se detallan cuáles serán los arreglos para la educación de los hijos, incluyendo la elección de escuelas e institutos.
– Actividades y responsabilidades compartidas: se describen los arreglos para la participación en las funciones escolares, los deportes y actividades extracurriculares.
– Cuidado de la salud: se definen los detalles sobre la atención médica, dental y emocional de los niños.
– Mantenimiento financiero: se establecen los acuerdos sobre la manutención infantil, gastos médicos y otros gastos relacionados con el cuidado de los hijos.
Cómo redactar un plan de parentalidad
Una de las formas más efectivas de asegurar que se redacte un buen plan de parentalidad es trabajar con un abogado de familia. Dicho esto, muchos padres deciden redactar ellos mismos el plan. Si decides redactarlo por tu cuenta, estas son algunas de las consideraciones más importantes:
1- Asegúrate de cubrir todas las áreas importantes para ti y tus hijos.
2- Mantén el plan detallado y específico. No te conformes con redactar ideas genéricas o abstractas.
3- Asegúrate de que el plan sea razonable y realista. Si los arreglos propuestos no son realistas, el plan será ineficaz.
4- Trata de tener en cuenta las necesidades y deseos de tus hijos. Asegúrate de que sus necesidades estén cubiertas en el plan de parentalidad.
5- Finalmente, asegúrate de que el plan se redacte en un lenguaje claro y fácil de entender. No uses terminología legal complicada que pueda confundir a cualquiera.
¿Còmo hacer un plan de parentalidad efectivo?
Un buen plan de parentalidad se basa en la comunicación, el compromiso y la cooperación. El proceso de redacción de un plan de parentalidad puede ser emo-cionalmente agotador. Sin embargo, aquí están algunos de los consejos más efectivos para que el plan sea efectivo:
– Centrarse en los hijos: El plan de parentalidad debe ser siempre centrado en la necesidades y deseos de los hijos.
– Mantener los intereses de los hijos en mente: No debe permitirse que los sentimientos resultantes de la separación impacten en los intereses de los hijos.
– Tomar en cuenta las rutinas: Un buen plan de parentalidad considerará las rutinas de los niños. Estas pueden incluir la organización escolar, promover sus intereses y responde a sus necesidades.
– Ser flexible: Un plan de parentalidad eficaz debe permitir cierta flexibilidad para posibles cambios. Esto significa tener la habilidad de adaptarse al cambio en las circunstancias que puedan surgir.
– Evitar las discusiones: Si existe algún conflicto, los padres deben tratar de resolverlo avanzando hacia el objetivo del plan de parentalidad. Deben evitarse las discusiones y no tomar el plan como una forma de evitar la comunicación entre los padres.
Conclusiòn
Un plan de parentalidad es importante, ya que es una guía para la crianza y educación de los hijos después del divorcio. Es crucial que ambos padres trabajen en conjunto para redactar un plan que beneficie a sus hijos y atienda sus necesidades y deseos. Un buen plan de parentalidad debe ser específico, flexible, centrado en el niño y realista.
Es importante recordar que el proceso de redacción de un plan de parentalidad puede brindar la oportunidad para que los padres colaboren nuevamente. Si se trabaja conjuntamente para redactar un plan efectivo, puede ser una excelente manera de sentar las bases para una mejor comunicación en el futuro.