La separación de una familia nunca es fácil, pero a veces es necesario para mantener la paz y el bienestar de todos los miembros involucrados. Sin embargo, cuando hay niños implicados, es crucial asegurarnos de que su bienestar emocional y físico está protegido. Es aquí donde una Guía Completa del Punto de Encuentro Familiar puede proporcionar una estructura y seguridad importantes para reunir a las familias separadas. En esta guía, encontrarás todo lo que necesitas saber para crear un espacio seguro y acogedor para las relaciones familiares. Desde la definición del punto de encuentro familiar hasta estrategias para mejorar la comunicación y la resolución de conflictos, esta guía es una herramienta valiosa para quienes buscan mantener el vínculo con sus seres queridos tras una separación.
¿Qué es un Punto de Encuentro Familiar?
Un punto de encuentro familiar (PEF) es un espacio seguro y neutral donde los niños y niñas pueden encontrarse con sus padres u otros familiares que no conviven con ellos. Es un lugar en el que se fomenta el respeto y la protección de los derechos de los menores, y se garantiza su bienestar emocional durante el proceso de separación de los padres.
¿Quiénes pueden utilizar un PEF?
Los padres separados o divorciados que tienen la custodia compartida de sus hijos pueden utilizar un PEF para efectuar las entregas y recogidas de los menores. Además, aquellos progenitores que se encuentran en una situación de conflicto o de violencia doméstica y que no pueden estar en contacto directo con sus hijos pueden utilizar un PEF para llevar a cabo las visitas supervisadas.
¿Cómo funciona un PEF?
Los PEF están gestionados por profesionales especializados (psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, etc.) que supervisan las visitas y garantizan el cumplimiento de las normas establecidas por el centro. En general, el proceso es el siguiente:
1. Los padres acuerdan el uso del PEF como lugar de entrega y recogida de los menores.
2. El centro cita a los padres para la firma de un contrato en el que se establecen las normas y procedimientos que deben seguirse durante las visitas.
3. Los padres entregan al menor en el centro en el horario establecido, y el profesional de turno verifica su identidad y la del progenitor que lo acompaña.
4. Durante la visita, el profesional supervisa la interacción entre el menor y su progenitor, y puede intervenir en caso de que se produzca alguna situación de conflicto o de riesgo para el menor.
5. Una vez finalizada la visita, el progenitor que ha llevado al menor al centro se retira antes de que el otro progenitor entre, para garantizar que no se produzcan situaciones de enfrentamiento o de acoso.
¿Qué beneficios tiene el uso de un PEF?
El uso de un PEF puede tener varios beneficios para los menores y sus padres:
– Garantiza la seguridad física y emocional de los menores durante el proceso de separación.
– Fomenta la comunicación entre los padres, y puede contribuir a la reducción del conflicto.
– Evita que los menores se vean atrapados en las tensiones entre sus padres.
– Permite que los menores mantengan una relación con ambos progenitores, incluso en situaciones de violencia doméstica o de conflicto extremo.
– Proporciona a los padres un espacio neutral y seguro para llevar a cabo las visitas supervisadas, sin tener que recurrir a terceros.
¿Cómo elegir un PEF?
A la hora de elegir un PEF, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
– Que el centro esté acreditado por la Administración pública competente (generalmente, los servicios sociales).
– Que los profesionales que trabajan en el centro tengan formación específica en mediación y en la protección de los derechos de los menores.
– Que el centro tenga protocolos de actuación claros y establecidos para las diferentes situaciones que pueden darse durante las visitas (conflictos entre progenitores, situaciones de riesgo para el menor, etc.).
– Que el centro ofrezca un espacio adecuado y adaptado a las necesidades de los menores y sus padres.
– Que el centro tenga un horario de atención amplio y flexible, adaptado a las necesidades de las familias.
¿Cuál es el coste de un PEF?
El coste de un PEF puede variar en función de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre el centro y de las tarifas establecidas por el propio centro. En general, el precio suele oscilar entre los 10 y los 15 euros por hora. En algunos casos, se puede solicitar una reducción o exención del precio en función de la situación económica de la familia.
¿Dónde encontrar un PEF?
Los PEF suelen estar gestionados por los servicios sociales de las Comunidades Autónomas o de las entidades locales. Por tanto, se pueden consultar los recursos disponibles en cada territorio a través de los servicios sociales correspondientes. También existen asociaciones y ONG que pueden ofrecer información y asesoramiento sobre los PEF.