La custodia compartida se ha convertido en una figura muy común en procesos de divorcio o separación en los que los padres buscan una solución en la que ambos puedan seguir participando activamente en la vida de sus hijos. Una de las cuestiones a resolver en estos casos es la atribución de la vivienda familiar, ya que ambos progenitores suelen tener derecho a permanecer en ella. En este artículo se analizará cómo se lleva a cabo esta atribución y qué factores influyen en la decisión.
Cuando una pareja decide separarse, uno de los aspectos más importantes es la atribución de la vivienda familiar, especialmente cuando hay hijos en la ecuación. En el caso de una custodia compartida, el reparto del uso de la vivienda puede resultar complicado.
Hay diversas formas en las que se puede hacer la atribución de la vivienda familiar en los casos de custodia compartida, a continuación, analizaremos seis posibilidades para tomar una decisión justa.
Acuerdo entre las partes
La primera opción para resolver la situación pasa por un acuerdo amistoso entre las partes. En este caso, es importante definir si la casa será compartida entre ambos progenitores, se establecerá un periodo de uso y cada uno vivirá en la propiedad en un momento determinado.
En el caso de que ambas partes lleguen a un acuerdo, es necesario plasmarlo en un convenio regulador que deberá ser ratificado por un juez. De esta forma, el acuerdo tendrá efectos legales.
Venta de la vivienda
Otra opción a considerar es la venta de la vivienda. Este escenario se presenta cuando ambas partes no llegan a un acuerdo sobre el uso de la propiedad.
En este caso, se procederá a la venta de la vivienda y se repartirá el importe obtenido según lo establecido por la ley. Es importante tener en cuenta que, en caso de existir un préstamo hipotecario, se deberá resolver previamente esta situación.
Atribución temporal de la vivienda
En determinados casos, el juez puede determinar que uno de los progenitores se quede temporalmente con la vivienda, mientras que el otro tiene fijada una pensión de alimentos. En este caso, el uso de la vivienda se establecerá a través de un tiempo determinado, después del cual podrán reconsiderar el reparto de nuevo.
Por supuesto, la forma de esta atribución temporal dependerá del caso en concreto, pero en general esta puede ser una solución para evitar conflictos futuros.
Usufructo sobre la vivienda
En este caso, se establece el usufructo de la vivienda a uno de los progenitores, lo que le permite tener el uso de la misma. Al finalizar el periodo de custodia, el otro progenitor obtendrá el derecho de uso de la vivienda.
Es importante tener en cuenta que, en este caso, el propietario legal de la vivienda sigue siendo el titular del mismo, por lo que el uso se establece de una forma temporal.
Compartir el pago de la hipoteca
Cuando ninguno de los progenitores quiere abandonar la vivienda, una solución puede ser compartir el pago de la hipoteca, los suministros y todos los gastos asociados de forma proporcional a los ingresos de cada progenitor.
En este caso, se deben establecer claramente los gastos de hipoteca y las responsabilidades de cada uno de los progenitores en el ámbito de las reparaciones y el mantenimiento de la vivienda.
Uso exclusivo de la vivienda a uno de los progenitores
Por último, es posible que el juez establezca el uso exclusivo de la vivienda a uno de los dos progenitores, lo que significa que el otro deberá buscar una nueva residencia.
Es importante tener en cuenta que, en este caso, el progenitor que se queda en la vivienda tendrá la obligación de pagar la hipoteca y mantener el inmueble, al menos hasta que se dicte una sentencia definitiva.
En definitiva, existen diversas formas de resolver la situación de la vivienda en los casos de custodia compartida, por lo que es importante contar con asesoramiento legal para establecer la fórmula más adecuada en cada caso.