La atribución de la vivienda familiar en casos de custodia compartida es un tema que ha generado controversia en los últimos años, especialmente en aquellos casos donde los progenitores no llegan a un acuerdo. La vivienda familiar es un elemento clave en la vida de cualquier familia, y su atribución puede causar tensiones emocionales y financieras en ambas partes. Por lo tanto, es importante analizar las diferentes consideraciones que deben tener en cuenta los jueces al tomar una decisión sobre la atribución de la vivienda, y explorar algunas alternativas que permitan solucionar el problema de forma justa y equitativa. En este artículo, se profundizará en este tema para ofrecer una visión más completa y precisa de esta situación.
Introducción
Cuando se produce un divorcio o una separación en la que existen hijos en común, una de las cuestiones que más preocupan a las parejas es la atribución de la vivienda familiar en casos de custodia compartida. En estas situaciones, es habitual que ambos progenitores quieran seguir viviendo en la casa familiar junto a sus hijos, lo que genera un conflicto que puede ser complicado de resolver. En este artículo, analizaremos las consideraciones y alternativas que existen en estos casos.
La vivienda familiar como bien ganancial
En primer lugar, es importante destacar que la vivienda familiar es considerada un bien ganancial en el matrimonio, es decir, que pertenece a ambos cónyuges por igual. Por tanto, al producirse la separación o el divorcio, se debe decidir qué hacer con la casa: venderla y repartir el dinero que se obtenga, o bien quedársela uno de los cónyuges a cambio de compensar al otro en otro aspecto de la separación.
Sin embargo, en los casos de custodia compartida, la situación es más compleja, ya que ambos progenitores quieren seguir disfrutando de la casa con sus hijos. Por tanto, habrá que buscar alternativas que permitan mantener el bienestar de los menores y, a la vez, respetar los derechos de cada uno de los cónyuges.
Custodia compartida y atribución de la vivienda familiar
En caso de custodia compartida, se puede optar por cuatro alternativas en cuanto a la atribución de la vivienda familiar:
1. Alternar la vivienda: los progenitores comparten la vivienda familiar de forma alternativa. Por ejemplo, un mes vive el padre con los hijos y otro mes la madre. Esta solución puede generar estabilidad emocional en los hijos y les permite seguir viviendo en la casa que conocen. Sin embargo, puede ser complicado llevar a cabo la repartición de gastos y el mantenimiento de la vivienda.
2. Dividir la vivienda: la vivienda se divide en dos partes independientes y cada progenitor vive en una de ellas. Esta solución también permite a los hijos seguir viviendo en la misma casa y cada cónyuge tiene su propio espacio. Sin embargo, puede resultar costoso realizar los arreglos necesarios para la división de la vivienda.
3. Vender la vivienda y comprar dos nuevas: Esta alternativa resulta más costosa para los cónyuges, pero les permite a cada uno adquirir una nueva vivienda en la que sentirse cómodos y adaptados.
4. Vivienda compartida: en este caso, los cónyuges deciden dividir los gastos de una nueva vivienda, en la que ambos viven. Esta opción resulta más económica para los cónyuges y les permite estar cerca de sus hijos sin enfrentarse a las dificultades de mantener en propiedad una misma vivienda.
Consideraciones legales y prácticas
En todo caso, es fundamental que los cónyuges se planteen cuestiones legales y prácticas que puedan afectar a cada una de las alternativas propuestas:
– ¿Quién se hace cargo de los gastos y la hipoteca de la vivienda?
– ¿Qué ocurre si uno de los progenitores no cumple con sus obligaciones?
– ¿Cómo se reparten los gastos de la vivienda si una de las partes tiene menos ingresos?
– ¿Cómo afecta al resto de la liquidación la atribución de la vivienda familiar a uno de los cónyuges?
Responder a estas preguntas es fundamental para tomar la mejor decisión en cada caso.
La importancia del diálogo y la mediación en el proceso de separación
En cualquier caso, la atribución de la vivienda familiar en casos de custodia compartida no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Es fundamental que los cónyuges se sienten a dialogar para intentar llegar a un acuerdo que beneficie a sus hijos y a ellos mismos. Asimismo, es recomendable acudir a un mediador profesional que les ayude a resolver los conflictos que puedan surgir durante el proceso de separación.
Conclusión
La atribución de la vivienda familiar en casos de custodia compartida es una cuestión compleja que debe resolverse de forma meditada y dialogada. En este artículo, hemos analizado las alternativas existentes y las consideraciones legales y prácticas que es necesario tener en cuenta. Los cónyuges deberán buscar la mejor solución para ellos y sus hijos, siempre teniendo en cuenta los intereses de ambas partes.